Señor elector:
Yo no lo voy a defraudar, no le haré falsas promesas, de esas que solo llenan folletos, no le daré falsas ilusiones ni tampoco le generaré falsas expectativas. Soy el único candidato que cumplira con todo lo que prometa, no le ofreceré ni el cielo ni la tierra, porque usted y yo sabemos que no tengo la mas mínima intención de hacerlo.
Si soy elegido congresista, usted no sabrá nada de mi hasta la próxima elección, pues debo cuidar mi imagen para la siguiente campaña, en la cual expondré todos los proyectos que presenté en el congreso (todos para beneficio personal) para mostrar lo extenuante que resulta mi labor y lo imprescindible que es mi prescencia para el próximo período, por lo que requerire de su preferencia una vez mas.
Si soy elegido, prometo solemnemente asistir esporádicamente al congreso para debatir los intereses de la zona a la cual represento (que a todo esto no se donde es) y llegar a concenso respecto al reajuste de la dieta. Prometo jamás ausentarme del café de las 10 de la mañana, ni tampoco faltar a la hora de colación, prometo defender vuestros intereses cada vez que la votación no sea secreta. Os aseguro, que cada vez que sufran alguna desgracia natural (inundaciones, terremotos) estaré ahi para figurar al lado del presidente o la maxima autoridad que se presente (siempre y cuando la prensa este en el lugar, obvio).
Cada vez que ocurra un hecho delictual de maxima connotación (o figuración), prometo asistir al velorio y funerales de las victimas y presentaré las acciones legales correspondientes (querella contra quienes resulten responsables y recursos varios), no me pidan que vaya a los hospitales, porque si quedó vivo no es noticia.
Además, juro que jamás faltaré a la inaguración de alguna obra emblemática (esté o no de acuerdo) patrocinada por el gobierno, ya que siempre es necesario colgarse de la fama de los demás. Prometo no limpiar los restos de mi campaña política, pues pueden servir para la próxima elección.
Finalmente, queridos electores: PROMETO SOLÉMNEMENTE HACERME RICO A COSTA DE USTEDES Y SUS IMPUESTOS, LEGISLAR PARA QUE ESTO NO CAMBIE JAMÁS Y ASÍ REIRME EN SUS CARAS POR LOS PRÓXIMOS MUUUUCHOS AÑOS.
He dicho, y que viva Chile.
Yo no lo voy a defraudar, no le haré falsas promesas, de esas que solo llenan folletos, no le daré falsas ilusiones ni tampoco le generaré falsas expectativas. Soy el único candidato que cumplira con todo lo que prometa, no le ofreceré ni el cielo ni la tierra, porque usted y yo sabemos que no tengo la mas mínima intención de hacerlo.
Si soy elegido congresista, usted no sabrá nada de mi hasta la próxima elección, pues debo cuidar mi imagen para la siguiente campaña, en la cual expondré todos los proyectos que presenté en el congreso (todos para beneficio personal) para mostrar lo extenuante que resulta mi labor y lo imprescindible que es mi prescencia para el próximo período, por lo que requerire de su preferencia una vez mas.
Si soy elegido, prometo solemnemente asistir esporádicamente al congreso para debatir los intereses de la zona a la cual represento (que a todo esto no se donde es) y llegar a concenso respecto al reajuste de la dieta. Prometo jamás ausentarme del café de las 10 de la mañana, ni tampoco faltar a la hora de colación, prometo defender vuestros intereses cada vez que la votación no sea secreta. Os aseguro, que cada vez que sufran alguna desgracia natural (inundaciones, terremotos) estaré ahi para figurar al lado del presidente o la maxima autoridad que se presente (siempre y cuando la prensa este en el lugar, obvio).
Cada vez que ocurra un hecho delictual de maxima connotación (o figuración), prometo asistir al velorio y funerales de las victimas y presentaré las acciones legales correspondientes (querella contra quienes resulten responsables y recursos varios), no me pidan que vaya a los hospitales, porque si quedó vivo no es noticia.
Además, juro que jamás faltaré a la inaguración de alguna obra emblemática (esté o no de acuerdo) patrocinada por el gobierno, ya que siempre es necesario colgarse de la fama de los demás. Prometo no limpiar los restos de mi campaña política, pues pueden servir para la próxima elección.
Finalmente, queridos electores: PROMETO SOLÉMNEMENTE HACERME RICO A COSTA DE USTEDES Y SUS IMPUESTOS, LEGISLAR PARA QUE ESTO NO CAMBIE JAMÁS Y ASÍ REIRME EN SUS CARAS POR LOS PRÓXIMOS MUUUUCHOS AÑOS.
He dicho, y que viva Chile.